Constantemente, hombres y mujeres, de toda edad y condición, cometemos faltas y errores en ocasiones muy graves. Nadie es perfecto. Así lo enseña con claridad la Palabra de Dios, al decir que «no hay justo ni aun uno».
2025-02-16
Constantemente, hombres y mujeres, de toda edad y condición, cometemos faltas y errores en ocasiones muy graves. Nadie es perfecto. Así lo enseña con claridad la Palabra de Dios, al decir que «no hay justo ni aun uno».
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